Un lunes como hoy (17 de marzo), aunque
no fue lunes, se inició el famoso motín en Aranjuez.
Motín de Aranjuez. Foto: Wikipedia.org |
Fue un jueves
de 1808 y se propició por diferentes causas. La principal de las
cuáles, cómo no, era el hartazgo de las clases bajas. La derrota de
Trafalgar causó estragos y los tejemanejes de palacio y aledaños
eran la comidilla del pueblo (si es que llevamos en los genes el
cuchicheo). Por otra parte la aristocracia estaba muy requemada con
el gobierno de Manuel Godoy (claro, Carlos IV no podía con todo, el
pobre) que encima les había subido los impuestos (válgame...). Y para más
aliciente, el propio hijo del rey, Fernando también estaba
tramando derrocar a su padre. Resumiendo, el desgobierno de un
gobierno, aunque aquí no hubiese urnas (eso llegaría por primera
vez en España en 1833).
Lo dicho, se armó el follón. El
populacho, dirigido por parte de la nobleza asaltó el palacio de
Aranjuez ante el rumor de que los reyes habían salido de viaje. Dos
días más tarde, el 19 de marzo, aparece Godoy escondido entre
enseres y se lo llevan en medio de una “ensalada de palos”. Ante
el linchamiento y la intervención del príncipe Fernando, el rey
Carlos se ve obligado a abdicar en favor de su hijo, convirtiéndolo
en Fernando VII.
Años y años de historia pasaron
por mi cabeza cuando, por primera vez llegué a las puertas del
Palacio de Aranjuez. Tendría unos 11 años y viajaba con mis padres.
Sus jardines, su inmensidad y sus aires de otra época me
transportaron a un lugar de película. Sin embargo, al salir, lo que
se nos pasaba por la cabeza a mis padres y a mí fue que, para que
unos pocos vivieran tan bien, la mayoría tenía que estar viviendo
en la extrema pobreza. Vamos, algo no tan distinto a lo que ocurre
hoy dia.
Real Sitio de Aranjuez en la actualidad. Foto: Wikipedia.org |
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